VIERNES 8 DE FEBRERO DE 2019
VISITA GUIADA AL MUSEO DE FARMACIA Y MEDICINA SAN
BERNABÉ
SECCIÓN DE PATRIMONIO Y (CIENCIAS DE LA SALUD)
HORA: 19:30
DURACIÓN: 1 hora
Inscripción gratuita previa en la sede del Ateneo. 10-25px
PONENTE: LUCIANO MORO Y RODRIGO NEBREDA
RESEÑA: JOSE ÁNGEL MARTÍN
Reseña, por Jose Ángel Martín
La sección de Patrimonio comienza el año con las visitas temáticas Del Ateneo al Museo, que pretenden acercar a ateneístas y público en general las colecciones más sobresalientes de Palencia y provincia, tan interesantes como, a veces, poco conocidas.
Así, con la colaboración de la sección de Ciencias de la Salud, nuestra primera visita se produjo el pasado 8 de febrero a la Colección de Medicina y Farmacia de la Fundación San Antolín y San Bernabé de Palencia, que alberga un conjunto de curiosas piezas que permiten al visitante introducirse en el ambiente sanitario de otros tiempos. Contamos para ello con dos cicerones de excepción: Luciano Moro, guía titular del museo, nos esbozó la historia de uno de los hospitales más antiguos de Europa, en funcionamiento desde el s. XII, que comenzó su andadura en una Palencia de esplendor que contaba con una de las diócesis más poderosas de la España Medieval y donde florecía la primera universidad peninsular. Un hospital donde querían trabajar los mejores médicos del momento debido a sus inmejorables condiciones, pues ofrecía pensiones de jubilación y viudedad, algo insólito para la época, y que llegó a tener 240 camas, a partes iguales para hombres y mujeres. Tras más de siete siglos de servicio ininterrumpido, el hospital cerró sus puertas en la década de los 70 para convertirse en residencia de mayores, la conocida Residencia del 77. Por su parte, Rodrigo Nebreda, farmacéutico de Astudillo, y sucesor de una larga estirpe de boticarios, amenizó nuestra visita a la antigua farmacia del centro donde se exhiben artículos centenarios: Probetas, frascos, pildoreros, microscopios, termómetros, básculas y otros curiosos artículos que servían para preparar las fórmulas magistrales con las que combatir la enfermedad. También nos habló de cómo estos precarios medios nada pudieron hacer contra grandes pandemias como la mal llamada Gripe Española de 1918 que diezmó la población mundial y cuyo virus no fue identificado hasta muchas décadas después, extrayéndolo de cadáveres que se habían conservado en ataúdes de estaño en zonas frías del planeta.
La visita continúa a través de un túnel del tiempo que atraviesa un vestíbulo donde encontrar uno de los primeros aparatos de rayos X que hubo en España (1895) y todo tipo de instrumental quirúrgico y médico con el que quizás fueron tratados nuestros abuelos. Tras penetrar en una consulta que se ha quedado anclada en el tiempo, la visita concluye en un quirófano equipado con los últimos adelantos de mediados del s.XX. Para curar los males del alma, nos queda la visita a la capilla del hospital, sita en una nave de la antigua iglesia.
La visita es harto recomendable y las plazas disponibles se quedaron cortas. Si no pudiste asistir, Luciano te espera, los fines de semana, con los brazos abiertos para trasladarte en el tiempo a la medicina de nuestros antepasados. El viaje merece la pena.