(Virginia González Diez – Ángela González Delgado)

“Domenico Cosenza, psicoanalista”
Columna vecinos ilustrados 12 abril 2018 Diario Palentino
Fernando Martín Aduriz

Recuerdo aún sus viajes a nuestra ciudad desde hace quince años para dictar conferencias y seminarios, cuando era un treintañero ya muy leído. El comentario unánime de los que acudían a escucharle era que sabía transmitir. Es verdad que, políglota, domina el castellano a razón de sus lazos de amor. Sin embargo, no es por eso que sabe transmitir, ni tan siquiera por su mucho acervo cultural y formación psicológica y filosófica, ni porque enseñe en la Universidad. Creo que cuando se dice que un psicoanalista sabe transmitir es porque se dirige a un público, y no solo a su psicoanalista.

No parece difícil percatarse de que alguien habla para el cuello de su camisa, habla para sí mismo, o habla para alguien a quien admira, esperando la imaginaria aprobación, pero no habla para sus interlocutores. Esa chance parece darla el paso por un diván que permitiría, en teoría, poner al margen las propias pasiones, los propios prejuicios, los propios modos de leer el mundo, para poder penetrar sin miedo en los laberintos del de enfrente.

Aún más difícil parece el trato con el sujeto anoréxico, o bulímico, para quien sostener una conversación auténtica puede ser vital. Y ese aplomo parecen otorgarle muchos a nuestro vecino ilustrado de hoy, conferenciante de nuevo en nuestra ciudad, ya un paseante, a lo Walser, de nuestra Calle Mayor. Y ya aún más extraordinario es que los propios psicoanalistas le otorguen responsabilidades, le escuchen relatos de su propia experiencia analítica, es decir de su propio paso por un diván, le soliciten que hable, ya sea en San Francisco, París, Málaga o Palencia. Extraordinario porque eso parece indicar que estamos ante alguien excepcional, pues como tantas y tantas gentes excepcionales, lo son en tanto nunca exigen privilegios de extraterritorialidad.

La lección que obtenemos cuando nos topamos en la vida con alguien de esta estirpe, que se dirige sin ambages a su interlocutor para compartir y no para imponer, con alguien que está curado de la enfermedad del amor propio, con alguien que sabe perder, es la lección de que no hay nada peor que debérsela al mejor.

DOMENICO COSENZA (Sesto San Giovanni, 1967) es psicoanalista en Milán, AE (Analista de la Escuela en el periodo 2017-2020), miembro de la Scuola Lacaniana di Psicoanalisi y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, actual Presidente de la EuroFederación de Psicoanálisis. Presidente de Kline; (centro de Milan de la Federazione Italiana Disturbi Alimentari). Ha sido director científico de ABA (Associazione per lo studio e la ricerca sull’anoressia, la bulimia e i disordini alimentari). Actualmente enseña en el Instituto Freudiano y en la Universidad de Pavía y fue director científico de la comunidad terapéutica La Vela de Moncrivello para anorexias y bulimias graves. Ha escrito y compilado varios libros en distintos países y algunos traducidos a varios idiomas, y publicado en numerosas revistas. Dicta conferencias en multitud de ciudades americanas y europeas.

Bibliografía en castellano: La comida y el inconsciente, Tres Haches, Buenos Aires, 2013. El muro de la anorexia, Gredos, Madrid, 2013. Jacques Lacan y el problema de la técnica en psicoanálisis, Gredos, Madrid, 2008.

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