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Para triunfar en España, antes tenías que “hacer las Américas”, es decir, lograr el reconocimiento de los demás, sobre todo si eran extranjeros y se entusiasmaban con lo que a nosotros nos parecía de lo más cotidiano o, peor aún, ni siquiera habíamos
descubierto su verdadero valor ¡Cuánto tiempo acarreando ese complejo de inferioridad! pensando que lo que viene de fuera es mejor que lo propio, que tenemos que estar atentos a las lecciones de los otros sin dar margen a la posibilidad de que, en muchos temas, somos tan buenos o mejores que ellos…
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Por mi actividad profesional (turismo) tengo la oportunidad de conocer a mucha gente que viene a estas tierras castellanas, casi siempre por primera vez. Vienen de Madrid, del País Vasco, de Cataluña, y especialmente muchos extranjeros, que buscan algo más que el cliché de “sol y playa”. Tengo que decir que la respuesta es unánime: se quedan maravillados. “Cómo es posible que nunca haya oído hablar de este lugar”, “qué lujo, sin autobuses de turistas”, “estudio español porque me encanta vuestra literatura”, “estos paisajes increíbles ya no existen en nuestro país”, “qué órganos tan impresionantes, cuándo es el próximo concierto?”… y así se van, prometiendo volver, empresarios ingleses, melómanos brasileños, abogados holandeses, franceses buscando buen vino, o el rector de una universidad americana, fascinados con el descubrimiento de los muchísimos atractivos que tenemos en Palencia. Y nosotros sin comprender del todo el porqué de tanto entusiasmo…

 

Tenemos la responsabilidad de preservar y difundir el enorme legado de nuestra Cultura, con mayúsculas, que es patrimonio de todos. Y para eso hay que conocerla  y apreciarla. Nos tenemos que creer que esta provincia tiene mucha riqueza y muchísimas posibilidades todavía por desarrollar, y que los límites sólo los ponemos nosotros. Ahora Palencia tiene una oportunidad única: la refundación del Ateneo como iniciativa ambiciosa y prometedora que quiere aunar el talento de los palentinos, tanto en su tierra como lejos de ella, con el objetivo común de crear un foco cultural, abrir diálogos enriquecedores y tender puentes para dinamizar la actividad a todos los niveles, intelectual, artística, empresarial o científica.

Las nuevas tecnologías facilitan estos propósitos. Estamos en la era de la cooperación, del co-working, da igual dónde vivas: sigues conectado. Y será la inteligencia colectiva de todos los palentinos la que puede dar un nuevo impulso a Palencia para colocarla en el mapa de la innovación. Hay que tener la mirada muy alta y estar convencidos de que se puede conseguir. La capacidad de cada uno suma, pero nos lo tenemos que creer.

Por todo esto YO TAMBIÉN SOY ATENEÍSTA, no me quiero quedar fuera de este tsunami de ilusión y entusiasmo que ha despertado la refundación del Ateneo. Estoy orgullosa de participar en este gran proyecto de Palencia y para Palencia.
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Cristina Brunet
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Fotografía: Ion Antolín Llorente

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