LUNES 21 ENERO de 2019
LOS ATENEISTAS Y SU CIUDAD

INTERVIENE: Juan Gascón. Socio Fundador. Ateneista núm., 85.
PRESENTA: Carmen García Lafuente
RESEÑA: Fernando Martín Aduriz

Reseña, por Fernando Martín Aduriz

El 21 de enero, el que dicen es el lunes más triste del año, tuvimos una nueva edición (y ya van diez), de Los ateneístas y su ciudad. Tratamos así de que personas que han tenido o tienen (o tendrán) responsabilidades en los asuntos de la ciudad den su visión de su ciudad.

Carmen García, concejal de Ganemos en el Ayto de Palencia y compañera de grupo político del ateneísta socio fundador del Ateneo, núm. 85, Juan Gascón, hizo la elogiosa presentación. Con tintes muy humanos pintó el retrato de quien vino desde Zaragoza hace unos años y ha recibido el reconocimiento de los suyos y de la ciudad que le agradece su honestidad, su trabajo incansable y sus constantes apoyos a los sectores que desean transformar las cosas.

Tras ocho años en el Ayto. de Palencia, muy posiblemente sea eurodiputado a partir de las próximas elecciones. Lo que se perderá la ciudad…aunque esperamos que el Ateneo siga contando entre sus socios con alguien que lo ha apoyado desde el primer minuto, y en lo sucesivo… desde Bruselas.

Compatibilizar política y familia, llevar a su hija a patinaje los lunes…es uno de los retos que planteó en lo personal, cuestión no baladí a la hora de lo que se exige a un político.

La idea que desgranó Juan Gascón es que la ciudad de Palencia va muriendo, y que  necesita ser escuchada para transformarla. Evocó La España vacía, de Sergio del Molino, y apeló a Palencia como ciudad refugio. “Han desaparecido espacios de juventud”, lo que quizá sea motivo de alarma, pues además dio el dato de que el 66% de los jóvenes ya compran por Amazon.

“Ni Valladolid ni Madrid van a salvar a Palencia”, tal fue su idea. “Salvar” nos muestra su preocupación por lo que nos acontece como ciudad.

Mencionó a Carlos Taibo, (lo que me produjo especial alegría, pues admiro su libro sobre Pessoa, Como si no pisase el suelo), y su afirmación cuando vino un día a hablar a Palencia de que “la ciudad de Palencia se puede adaptar a la vida sin petróleo y a la transición ecológica, mejor que las grandes ciudades”. Ciertamente lo que conviene asegurar es que para entonces se siga hablando de ciudad tal y como la entendemos en la actualidad.

En el coloquio se escucharon muchas voces a favor de una auténtica transformación de nuestra ciudad.