Sentada en un banco, mirando hacia el infinito mientras el humo de su cigarrillo volaba raudo hacia todas partes, me mira de repente como si le sonara a alguien o a algo, que no sé yo lo que estaba pensando en esos instantes, aunque supongo que tal vez atrapó mi pensamiento.
¿Habrá tantos que la hayan mirado? Pero la mía era pura curiosidad: una mujer sin teñir, desaliñada, zapatillas roídas, camiseta descolorida y pantalones viejos, muy viejos, pero con un libro en la mano y sin leerlo. ¿Estaría pensando en lo que había leído antes de que yo la observara?
Reconozco que me sentí incómodo y aparté la vista. La torre de San Miguel siempre preciosa y atractiva en cualquier época del año apenas llamaba mi atención, pero aquella mujer con el libro seguía intrigándome. Intenté desviar mis ojos hacia la torre almenada con ese aspecto medieval que me alucina cuando me entretengo con ella, pero esta vez nada de nada. La vista o la curiosidad me la jugaban. Miré de reojo y la vi pegada a la lectura. No quise molestarla más, me levanté y la dejé allí atrapada entre las letras y la belleza de la torre que más me inspira en este mundo.
TÍTULO: LA MUJER DEL LIBRO
AUTOR: SANTIAGO JUAN ZURITA MANRIQUE