El recién finalizado año 2016 nos ha dejado a los palentinos algunos acontecimientos de orden cultural , importantes para nuestra ciudad : el aniversario de la muerte de Victorio Macho y el acto de refundación del Ateneo palentino, acontecimientos ambos que han tenido gran repercusión mediática.
 
Sobre Victorio Macho se ha escrito y se han expuesto numerosas conferencias centradas en su importante obra escultórica, pero muy poco se ha tenido en cuenta su faceta como escritor : “Yo soy un escultor que leo bastante ; pero, claro, he escrito un libro y quiero que me perdonen ese pobre vicio que tengo de escribir “. El libro al que se refiere es el de sus memorias, a través del cual seguimos su peripecia vital desde su nacimiento en Palencia hasta su muerte en Toledo . En el prólogo que él mismo escribió, cita a otros grandes escultores que también dejaron una  notable obra literaria : Miguel Ángel , Leonardo, Cellini, Vassari y otros, sin que pretenda compararse con ellos , pero sí que desea dejar constancia verbal de su concepto del arte para que la posteridad lo comprenda desde su propio punto de vista. El libro está cuidadosamente escrito , con una amenísima prosa y muy entretenidas anécdotas que ponen el punto novelesco al relato . Hay también intenso lirismo en las emocionadas evocaciones de Palencia y su familia , expresiones de gozo y satisfacción ante sus éxitos artísticos y desgarro y profundo dolor al rememorar los tristes años de la guerra del treinta y seis.
 
Con motivo del trescientos cincuenta aniversario de la publicación de los Comentarios Reales  del cronista cuzqueño Inca Garcilaso de la Vega , la embajada del Perú , en España, organizó , en 1959 , una serie de conferencias a cargo de intelectuales tan importantes como Gregorio Marañón, Ramón Menéndez Pidal , José María Pemán ,Eugenio Montes, El Marqués de Lozoya y Victorio Macho . Esas conferencias fueron publicadas, más tarde, por Espasa Calpe . La contribución de Victorio Macho es interesantísima . Con su personal estilo nos relata sus encuentros con Unamuno, Galdós y Menéndez Pelayo cuando esculpió sus efigies . Los relatos, ilustrados con sabrosas anécdotas nos ofrecen su personal visión de las tres grandes personalidades a la vez que un punto de vista muy humano de tan insignes intelectuales españoles..
 
Tmbién nos relata su visita al Cuzco y a Macchu Pichu con su segunda esposa, Zoilita . Ahí da rienda suelta a su emoción y nos transmite el intenso sentimiento de felicidad que le llenaba : “Y allí…en aquel lugar lleno de flores que se abrían para recibir la caricia del Sol impregnando el ambiente de aromas paradisiacos, fui, durante tres días y tres noches, infinitamente feliz, y allí también comenzó mi nueva vida y hasta presentí el futuro de mi artre. “
 
También participó en la revista palentina Rocamador. El número 24-25, de 1962, está dedicado a Alonso Berruguete en su cuarto centenario y el editorial está a cargo de Victorio Macho, quien nos cuenta su primera visita al museo de escultura de Valladolid y la profunda impresión que le produjo la obra del paredeño. . Con satisfacción se refiere al proyecto que se le había encomendado “elevaremos en la Plaza Mayor de nuestra entrañable Palencia el monumento que me ha sido encomendado por el alcalde, señor Mena de la Cruz y el voto fraterno de mis paisanos. “
 
Sin duda alguna, es evidente que Victorio Macho sentía gran atracción por la literatura y los comentarios sobre sus lecturas que nos dejó, ponen de manifiesto la mirada de una personalidad muy sensible y de gran perspicacia lectora.
 
 
Carmen Casado Linarejos